Ogier gana el Rally de Montecarlo por novena vez en su carrera y bate récord en el WRC
El vigente campeón, Kalle Rovanperä, intentó recortar la ventaja de Sébastien Ogier el pasado sábado, pero no lo consiguió. La leyenda triunfó y se convirtió en el único poseedor del récord de victorias en Montecarlo.
Sébastien Ogier, damas y caballeros. Este domingo, el octocampeón mundial se impuso en el Rally de Montecarlo -primera etapa de la temporada 2023 del WRC– por novena vez en su legendaria carrera. El francés es ahora el único líder de las estadísticas – anteriormente había compartido esta posición con otra leyenda, Sébastien Loeb.
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Una conducción impecable en el último día de competición, con cuatro especiales programadas y cronometraje total del recorrido de 67,88km, hizo que Ogier – que sólo compite en algunas etapas del actual campeonato – ganara la etapa con 18s8 de ventaja sobre el segundo clasificado, el actual defensor del título Kalle Rovanperä. Un doblete de ensueño para Toyota Gazoo.
Thierry Neuville, de Hyundai, completó el trío de cabeza. Elfyn Evans, Ott Tänak, Takamoto Katsuta, Dani Sordo, Esapekka Lappi, Nikolay Gryazin y Yohan Rossel, en orden, redondearon los 10 primeros puestos.
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Después de dos días completos, Ogier ya había ganado las cinco primeras especiales y, a partir de ahí, supo administrar su ventaja. El sábado, Rovanperä consiguió por fin responder. Pero no fue nada que preocupara al francés: la ventaja cayó de 36s a 16s, sí, pero el piloto de 39 años tomó una decisión consciente. La reducción de riesgos basada en la experiencia de 2022, cuando un pinchazo -provocado por una roca- le costó la victoria, marcó la pauta.
El sábado se corrieron seis especiales en los Alpes, sobre una distancia total de aproximadamente 112 km. El principal daño que Rovanperä causó a la ventaja de Ogier fue precisamente en la última especial, la 14ª total, ya en la oscuridad de la noche de Montecarlo. Al final, no ha sido suficiente.
«Creo que debería ser suficiente. La última (especial) era la más peligrosa, por la posibilidad de pinchazos, así que me lo tomé con calma, y estoy contento de que el día haya terminado ya», señaló Ogier antes de la competición del domingo.