Fangio lleva su Turismo Carretera a Brasil y vence el GP Presidente Getúlio Vargas

En 1941, Fórmula 1 aún no existía. Tanto París como Londres estaban destruidas, y el futuro de Europa estaba atado al desenlace de la invasión de Alemania a la Unión Soviética. En plena Segunda Guerra Mundial, solo muy pocas naciones se permitían disfrutar del automovilismo.Y frente a la muerte, el horror y la miseria que predominaba en algunas latitudes, América del Sur se permitía vivir una realidad aparte y disfrutaba de las carreras de autos.

Por aquel momento, Juan Manuel Fangio tenía 30 años, y era un flamante campeón del Turismo Carretera. Ídolo de Chevrolet con una coupé color verde, su consagración en el medio local había llegado en 1940, cuando se coronó en el Gran Premio Internacional del Norte que unía Buenos Aires con Lima. Con una carrera en pleno ascenso, más desafíos no tardarían en llegar. Por eso, en junio del año siguiente, fue invitado a Brasil a competir en el Gran Premio Getúlio Vargas, una carrera organizada por el Automóvil Club de Brasil en homenaje al presidente que gobernaba al país por aquellos días.  

Como compatriotas y rivales, a la par de Fangio también había sido invitado Oscar Gálvez, un sólido representante de Ford que se convertiría a la postre en una de las leyendas del Turismo Carretera. Y con el reto aceptado, juntos emprendieron los 3000 kilómetros hacia Río de Janeiro, con el fin de conocer mejor los caminos extranjeros. De esta manera, el 22 de junio en Vigario Geral, en las afueras de Río de Janeiro, 39 competidores participaron de la largada, con 36 pilotos locales, la dupla de argentinos y el uruguayo Jorge Montero, quien completó la nómina con un Ford. 

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¿Cómo fue el GP Presidente Getúlio Vargas?

En la primera de las siete etapas a través de los estados de Río de Janeiro, Goiânia, Minas Gerais y São Paulo, el primer vencedor fue Gálvez, que completó el trayecto entre las ciudades de Río y Belo Horizonte, de 541 kilómetros, en 6h30m24s. Segundo fue Fangio a tres minutos, mientras que el Top-3 lo cerró el uruguayo Montero. La segunda jornada, que unía las ciudades de Belo Horizonte y Uberaba, terminó con la misma disposición en los primeros puestos, aunque ahora Gálvez aventajaba a Fangio por once minutos. 

El primer golpe de escena se dio en la tercera etapa, entre Uberaba y Goiâna. Líder hasta ese momento, Gálvez volcó poco después de iniciada la etapa y quedó relegado en el quinto puesto, sin embargo, el porteño logró recuperar algunas posiciones hasta terminar segundo detrás de Fangio. En la general, el Chueco se había convertido en nuevo puntero de la carrera, y llegaba a jornada de descanso como líder por una diferencia de apenas dos minutos. 

Hasta ese momento, Fangio se imponía con el sello que lo caracterizó siempre: inteligencia y regularidad. Y en esta etapa, con 592 kilómetros entre Goiânia y Barretos, el relegado fue Montero, quien producto de un vuelco perdió el tercer lugar en la general a manos del Ford del brasileño Julio Vieira. En un trámite casi calcado, al día siguiente se repitió la victoria de Fangio en la etapa Barretos-Poços de Caldas, de 509 kilómetros, con un nuevo 1-2 de los pilotos argentinos. En la general, el Chueco superaba a Gálvez por 35 minutos, mientras que el brasileño Vieira estaba a 5 horas y media de la punta. 

Lo que a priori parecía una victoria fácil, se complicó en la siguiente jornada entre Poços de Caldas y São Paulo. Allí, a pesar de una nueva victoria parcial de Fangio, y cuando los pilotos argentinos ya estaban almorzando, la dirección de carrera los descalificó por no haber pasado por un puesto de control en la ciudad de Itapecerica. Sin embargo, tras un permiso por parte de los organizadores de volver al trayecto y pasar nuevamente por el puesto de control, Fangio y Gálvez lograron terminar la etapa 11° y 12° respectivamente, con triunfo de Vieira. 

El 29 de junio de 1941, el GP de Getúlio Vargas tuvo su última etapa entre São Paulo y Río de Janeiro. Dominante en las jornadas iniciales, Oscar Gálvez tuvo su revancha y se impuso por diez minutos por delante de Fangio, quien pese a su segundo puesto, logró conquistar el GP Getúlio Vargas por una diferencia de 37 minutos en la clasificación general. Julio Vieira, por su parte, completó el podio a cuatro horas de diferencia. En el clasificador, apenas ocho competidores de los 39 iniciales lograron cruzar la bandera a cuadros.

En base a un acuerdo previo, el premio monetario se lo dividieron Fangio y Gálvez en partes iguales. De nuevo en Argentina, Fangio obtendría el bicampeonato de TC ese año al ganar las Mil Millas Argentinas, mientras aún era posible competir en un mundo cada vez en conflicto. 

No obstante, aún con una neutralidad reinante en América del Sur, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941, terminó por desencadenar la falta de neumáticos y repuestos, por lo que la actividad automovilística debió pararse en 1942. Fangio, por esos años, se dedicó a su taller mecánico y a la compra y venta de camiones, y recién en 1948, ya en tiempos de paz, comenzó su periplo exitoso en Europa, que culminaría con cinco títulos mundiales de Fórmula 1.