Williams sale del fondo y puntúa hasta con Latifi, pero prepara adiós de Russell
El Williams de la temporada 2021 de Fórmula 1 ya no pasa más deshonra. Por supuesto, aún queda mucho camino por recorrer para que la escudería que supiera encandilar al mundo del automovilismo con un auto de otro planeta y protagonizara tantos otros hitos vuelva a ser realmente competitiva, pero la primera mitad del campeonato, concluida con los inesperados puntos conseguidos por George Russell y Nicholas Latifi en el increíble GP de Hungría, demuestra que el futuro parece más prometedor.
La dirección encabezada por el fondo estadounidense Dorilton Capital aportó seguridad con el aporte financiero necesario y contrató a Jost Capito, directivo con enorme experiencia en el WRC y en la propia Fórmula 1, para que asumiera el cargo de director general y, posteriormente, el de director del equipo al sustituir a Simon Robertson. Bajo el mando del alemán, que incluso fue campeón del Dakar en camiones en 1985, Williams trabaja internamente para reconstruirse paso a paso.
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Y el trabajo duro está dando resultados. El diseño del FW43B, una evolución del monoplaza del año pasado, es bueno, y hace que Russell se sitúe con frecuencia en la Q2 y tenga algunos coqueteos con la Q3. Y Latifi, definitivamente mucho más limitado técnicamente que su compañero de equipo, pasó a la segunda ronda de clasificación en Ímola, en el GP de Emilia-Romagna.
También hay que tener en cuenta que Haas, que sería el gran adversario de Williams al final del pelotón, renunció a la temporada prácticamente antes de empezarla. Con la vista puesta en 2022, el equipo dirigido por Gene Haas y Guenther Steiner optó por detener el desarrollo del VF-21 desde el inicio de la temporada. La escudería norteamericana cuenta aún con dos pilotos novatos: Mick Schumacher y Nikita Mazepin. La mayor experiencia de Russell y Latifi, un auto trabajado y el aporte del motor Mercedes, le dan una clara ventaja a la estructura británica.
Más allá de eso, el equipo fundado por Frank Williams fue más allá esta temporada. Russell estuvo a punto de puntuar en Ímola, pero se precipitó al intentar superar a Valtteri Bottas y provocó un grave accidente. Luego, en Austria, el ritmo de carrera del auto no estuvo a la altura de su potencial y le impidió aguantar al Alpine de Fernando Alonso mientras luchaba por la décima posición.
En Hungaroring, sin embargo, el duro trabajo se vio recompensado de forma notable y sorprendente. Un incidente en la primera curva de la carrera, provocado por Bottas, dejó fuera de juego a algunos de los aspirantes a la victoria, como Max Verstappen y Sergio Pérez, y convirtió el GP de Hungría en una auténtica carrera de supervivencia. Esteban Ocon llegó a la punta, Sebastian Vettel se ubicaba segundo y, él mismo, Latifi, era el tercero, en una posición que mantuvo durante más de 20 vueltas.
Latifi, aún con el resultado, no se quita la etiqueta de piloto aportante de dinero y de ser uno de los peores de la parrilla. Sin embargo, logró mostrar fortaleza mental y no flaqueó en su momento más importante en la Fórmula 1.
La forma en que llegó a los puntos en Budapest hizo que el jefe Jost Capito dijera que Nicholas «merece un lugar» en la parrilla y considerara al canadiense una pieza importante para el equipo, aunque el alemán dice que ya no es necesario contar con un piloto que traiga patrocinadores, que es el caso de Latifi, hijo del multimillonario iraní Michael Latifi.
La situación de Russell es diferente. En su tercer año en la Fórmula 1 y con Williams, el británico abrió la temporada con dos objetivos en mente. Uno de ellos ya lo logró: sumar puntos para el equipo de Grove. El segundo podría lograrse en los próximos días, cuando se anuncie su puesto como titular de Mercedes para el próximo campeonato.
Todavía bastante joven, con sólo 23 años, Russell ya asumió el año pasado el papel de líder del equipo. Aún más joven que Latifi, de 26 años, George aporta en su currículum un número de victorias en las categorías formativas. Además, cuenta con el respaldo de Mercedes y ya es visto como un potencial campeón del mundo.
En su rol dentro de un equipo del fondo el pelotón, Russell maduró mucho y supo lidiar frecuentemente con momentos desfavorables. El famoso tirón de orejas de Toto Wolff tras el fuerte accidente de Ímola también formó parte de la maduración y el crecimiento de George.
Por todo lo que ya había hecho desde el año pasado, estaba claro que los primeros puntos eran cuestión de tiempo y oportunidad. La oportunidad de terminar en el Top-10 de Hungría, aunque terminó la carrera por detrás de Latifi, puede considerarse como una misión cumplida. Como si se quitara un peso de encima, Russell lloró después de la carrera y habló de lo feliz que estaba en ayudar a Williams.
Al mismo tiempo, las lágrimas de George también parecían tener un aroma a despedida. Feliz por haber conseguido su primer objetivo con Williams, Russell sabe que lo que venga ahora es ganancia después de lo conseguido en Hungría. El objetivo, luego de las vacaciones, es conseguir más puntos. Y si realmente va a Mercedes el año que viene, hacer un buen papel hasta el final de la temporada.
La probable salida de Russell abrirá un enorme vacío en Williams. Por supuesto, nadie es insustituible, pero el equipo sufrirá sin duda para encontrar a alguien capaz de llenar el hueco dejado por el británico. Jost Capito habló de una larga lista de candidatos, que sugiere nombres con amplia experiencia en la F1 como Valtteri Bottas y Nico Hülkenberg. También, hay jóvenes que sueñan con un lugar como Guanyu Zhou, Oscar Piastri y hasta Nyck de Vries, el nuevo campeón de la Fórmula E.
Este es el escenario al que tendrá que enfrentarse Williams en los próximos meses. Ya se puede decir que el equipo salió del fondo, pero queda mucho camino por recorrer en este proceso de reconstrucción. Y el equipo tendrá que aprender a caminar sin el que, en los últimos años, ha sido su principal motor. Una misión más que tendrá que cumplir para tener un rendimiento a la altura de su gloriosa historia en un futuro próximo.