Mercedes pierde para si misma en Turquía y abre brecha peligrosa con Red Bull

En GRANDE PRÊMIO analizamos una engañosa victoria de Mercedes en el GP de Turquía que trajo una derrota camuflada en la lucha por el título.

Una vez más, Mercedes sufre una derrota disfrazada de victoria. Turquía se mostró un territorio fértil para el multicampeón desde el viernes, pero fue casi en vano. Los ingenieros de la marca de la estrella fueron capaces de entender mejor los cambios del asfalto del Istanbul Park y, junto a unos ajustes precisos, entregaron a Lewis Hamilton y Valtteri Bottas un W12 excelente, rápido y de ritmo consistente. A partir de ahí, era imposible no pensar un triunfo expresivo, especialmente delante de las dificultades enfrentadas por el rival Red Bull – y todo eso considerando la sanción de Hamilton por el cambio de motor. Solo que las condiciones atípicas de este domingo acabaron por poner a prueba el líder del campeonato. Y el resultado abre un precedente peligroso.

No se engañen por la conquista de Bottas. El triunfo esconde errores y una extraña vacilación que no es propia de la escudería liderada por Toto Wolff. Es verdad que el finlandés sorprendió al comandar prácticamente de punta a punta una prueba con asfalto mojado. Y más impresionante aún, que Bottas no dio ninguna opción a Max Verstappen. Hizo una prueba segura y mereció el éxito. No enfrentó problemas con los neumáticos y partió para aquella que fue, y que él mismo definió como «una de las mejores carreras de mi vida». Solo que eso no minimiza el hecho de que Red Bull colocó sus dos pilotos en el podio, y que Max, si no fue capaz de amenazar el nórdico en esa situación adversa, si volvió a lograr el liderato del campeonato.

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Y parte de ese escenario está en la cuenta de Mercedes y de Hamilton. Es importante decir que aquí el heptacampeón protagonizó una carrera muy fuerte desde la 11ª posición. Hizo bonitos adelantamientos, como cuando superó a Yuki Tsunoda, e intentó rápidamente recuperar terreno. Eso prueba la mucha confianza que había en el potencial del W12 en Estambul, y eso no puede ser ignorado. Solo que toda la deliberación en torno a la estrategia vía radio acabó por cegar aquello que ocurría en pista. Ese fue el primer error.

Después de escalar entre el pelotón, Hamilton se vio en tercer lugar ya en la parte final de la carrera turca. Y la idea era terminar el GP con los mismos neumáticos intermedios de la arrancada, en una pista que permaneció entre mojada y húmeda durante todo el tiempo. Lewis entendía que era posible seguir con ese conjunto, pero Mercedes no tenía tanta certeza así. El equipo temía que las gomas acabasen antes, lo que dejaría el británico rehén de Sergio Pérez, con quién ya tuvo una lucha, de Charles Leclerc, que estaba al frente, y de Pierre Gasly, que venía pisando los talones. Vale decir que el monegasco y Ferrari sufrieron el mismo dilema, pero optaron por el pit stop.

Valtteri Bottas conquistó una victoria dominante en Turquía (Foto: Mercedes)

Lo mismo ocurrió con Hamilton. Después de un cambio de argumentos con el pit wall e intentando mantenerse en el Top 3, el multicampeón fue convencido para ir a boxes. En la vuelta a pista, enfrentó un problema de granulación de la goma, pues la pista estaba más seca que antes. Quién paró entre las vueltas 35 y 40 sufrió menos. Entonces, Lewis se quejó: «No debíamos haber entrado, tío. Tengo un desgaste enorme. Os lo dije».

Nadie aquí está diciendo que no se puede desconsiderar la sensibilidad del piloto, todavía más de un competidor habilidoso e inteligente como ahora el siete veces campeón del mundo. Pero no se puede también dejar pasar el hecho de que Rusia todavía está muy vivo en la memoria. Tal como pasó en Sochi, Peter Bonnington alertó a Hamilton sobre las condiciones de la pista en la vuelta 41 en Turquía. En la prueba rusa, el inglés cambió de idea a tiempo y venció. Esta vez, no. El de Mercedes pecó en permanecer en pista y, en un primer momento, hasta tuvo el pedido acatado por los ingenieros de estrategia del equipo alemán. Después, se vio obligado a hacer el pit stop, pero ya a ocho vueltas del fin, cuando no tenía más opciones a recuperarse.

Las simulaciones de Mercedes daban cuenta de que el cuarto lugar era posible y probable, por ello había que tomarse una decisión. La llamada tardía encerró cualquier posibilidad. Mercedes y Hamilton quedaron en medio del camino: ni fueron para el todo o nada ni marcaron al verdadero adversario: Verstappen.

«Los neumáticos estaban lisos, entonces no sabías hasta donde iban a aguantar. La preocupación con el estado del neumático era real, pero no fue mucho más rápido cuando volví [del pit stop]. Sufrí con la adherencia. Mirando para atrás, probablemente o debería haberme quedado en pista o haber parado antes. Es un poco frustrante», admitió Hamilton tras la prueba, que ahora le coloca seis puntos atrás del holandés.

Lewis Hamilton tuvo una lucha rueda a rueda con Sergio Pérez, de Red Bull, en Turquía (Foto: Mercedes)

El jefe de Mercedes, Toto Wolff, reconoció también que la decisión arruinó las opciones de podio. «Creíamos que podíamos terminar terceros sin parar o, si aparecía una línea seca, tal vez cambiar para un juego de neumáticos blandos», explicó el director a la cadena Sky Sports. «Entonces, vimos Leclerc perdiendo tiempo y Lewis también perdía tiempo, quedó claro que no llegaríamos al final de la carrera», afirmó.

«La decisión correcta probablemente era haber sido más conservador y parar cuando todo el mundo paró para cambiar a nuevos intermedios. Deberíamos haber llamado a Lewis junto a Verstappen y Pérez, y probablemente hubiéramos luchado por la cuarta o tercera posición. Pero había otras opciones y lo intentamos. Viéndolo ahora, habría sido correcto parar diez vueltas antes. Tal vez Lewis hubiese tenido opción de terminar en el podio, pero fuimos atraídos por la posibilidad de algo diferente», comentó el austriaco.

Por lo tanto, como en Rusia, Mercedes vio escapar una gran oportunidad para quitar puntos y abrir ventaja para los adversarios, haciendo valer el mejor coche que tiene en manos en este momento crucial de la temporada. Y da también para pensar que ese quinto puesto de Hamilton podría costar su precio más adelante. Así, las opciones ahora necesitan ser aprovechadas. Por ahora, el peso del título recae sobre los de Red Bull, que capitalizan más, tienen buena lectura del campeonato y en el acierto de estrategia.