Mercedes admite que subestimó el porpoising al confiar en «cero-pod» adoptado en Bahrein
El porpoising hizo su aparición en el shakedown de Silverstone antes de la pretemporada, pero Mercedes pensó que era un problema menor porque ese coche aún no tenía el concepto definitivo que se utilizaría en la F1 en 2022: las tomas de aire laterales estrechas.
El porpoising causado por el regreso del efecto suelo a la Fórmula 1 cogió por sorpresa a los equipos ya en la pretemporada en febrero de este año, pero después de ver a Lewis Hamilton liderar el último día de pruebas en Barcelona, Mercedes nunca imaginó que los rebotes les acosarían tanto a lo largo del Mundial. La revelación la hizo el director de ingeniería de pistas, Andrew Shovlin.
A la página web de la revista Autosport, el ingeniero afirmó que el equipo alemán se dio cuenta en el shakedown celebrado en Silverstone, una semana antes del inicio oficial de la pretemporada, de que tenían un problema entre manos. Sin embargo, lo descartó como algo de lo que preocuparse. Y todo porque el equipo de Brackley tuvo en cuenta la gran actualización que llevaría a la prueba final de Bahrein. Era el concepto con las tomas de aire estrechas, apodado «cero-pod».
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«En Silverstone, estábamos en medio de una tormenta; eran las peores condiciones en las que jamás hemos pilotado un coche, algo que no permitía un shakedown muy claro», recuerda Shovlin. «De todas formas, íbamos con un coche muy ruidoso debido al tiempo, y era la primera vez que corríamos con él. Barcelona fue entonces una de intentar comprender: «¿Cómo podemos ir con este coche? ¿Cuáles son los problemas? ¿Cómo podemos mitigar lo que ocurre a causa del porpoising?», añadió.
«En aquel momento, lo mejor que se podía hacer era levantar el suelo, renunciar al desempeño y gestionarlo así. La cuestión es que en Barcelona pensamos: ‘No somos los más rápidos, pero no estamos en una mala posición’, entre otras cosas porque esperábamos sumar un buen rendimiento con el paquete de Bahrein», prosiguió.
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El fin de semana en Sakhir, antes de la ronda inaugural, la F1 acudió a las últimas sesiones de pruebas colectivas. Fue entonces cuando Mercedes decidió innovar y apostó por una atrevida actualización. Las Flechas de Plata adoptaron un chasis estrecho, con tomas de aire verticales, dejando el coche con los sidepods prácticamente nulos. Sin embargo, el tiro le salió por la culata. «Cuando lo instalamos, el porpoising pasó a otro nivel», reconoció Shovlin.
«Gran parte del rendimiento que buscábamos no se materializó, ya que tuvimos que elevar aún más la altura del coche. En ese momento, ya no podíamos librarnos de los rebotes», concluyó el director.
Para 2023, Mercedes ya ha confirmado que retocará la arquitectura del coche, aunque todavía no ha dicho claramente si el W13 «cero-pod» se abandonará para siempre. Tanto el propio Shovlin como el jefe de la escuadra, Toto Wollf, reconocen que hay cualidades en el modelo adoptado para 2022, pero aún quedan aspectos por entender.
Tras ocho años de dominio absoluto, Mercedes se encontró estancada como tercera fuerza de la parrilla, dependiendo de los eventuales problemas de Ferrari y Red Bull para luchar por los podios. La única victoria de la temporada llegó a manos de George Russell, en Brasil, mientras que Lewis Hamilton no obtuvo victorias ni pole positions por primera vez en su carrera en la F1.