Jefe de Asociación de Pilotos exige a FIA pruebas más estrictas y fin de pianos altos

Alexander Wurz pidió a la FIA que implemente pruebas de choque "más estrictas" y dijo que el organismo rector "tiene trabajo por hacer".

El presidente de la Asociación de Pilotos de GP, Alexander Wurz, ha hecho demandas públicas a la FIA, solicitando al organismo regulador aumentar la seguridad de la categoría en dos áreas específicas.

La declaración llega después del fin de semana de F1 en Inglaterra. Justo al inico, tras el toque de Pierre Gasly sobre George Russell -que, a gran velocidad, acabó chocando contra el coche de Guanyu Zhou-, el piloto de Alfa Romeo volcó y fue arrastrado boca abajo sobre el asfalto y la grava, deteniéndose únicamente entre la barrera de neumáticos y la valla metálica de la grada de la curva 1.

«Según recuerdo, la última vez que un San Antonio se rompió en la F1 fue en 1999 en Nürburgring -cuando Pedro Diniz ‘saltó’ sobre mí», dijo Wurz, refiriéndose a que la pieza -que ocupa un espacio por encima de la cabeza del piloto precisamente para evitar que el competidor quede expuesto al asfalto-, en el coche de Zhou, fácilmente se rompió en la colisión en Silverstone el domingo pasado.

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Alexander Wurz es el presidente de la GPDA desde 2014 (Foto: Reproducción)

«Esto ha llevado a pruebas de choque más estrictas, ordenadas por la GPDA (siglas de Asociación de Pilotos de GP) e implementadas y realizadas rápidamente por la FIA. Presidente (Mohammed Ben Sulayem), por favor revise sus mensajes. Tenemos trabajo que hacer», acusó Wurz.

El expiloto, que ocupa el cargo desde 2014, también recordó otro accidente ocurrido este fin de semana, en Silverstone, para sus exigencias ante la FIA. En la Fórmula 2, Roy Nissany forzó a Dennis Hauger a salir de la pista cuando intentaba esquivar un adelantamiento en la primera vuelta. El noruego pasó a un piano ‘salchicha’ en la curva 16 y salió despedido, golpeando al israelí y provocando una doble retirada. El halo fue crucial para evitar lesiones graves al piloto de DAMS.

«Me cuesta mucho contenerme públicamente cuando hablo de pianos altas. ¿Por qué los tenemos? ¿Por qué no se hace nada al respecto? El hecho es que son y siempre han sido un concepto desagradable. ¿Cuántos saltos más tenemos que ver? ¿Cuántas heridas más tenemos que presenciar?», disparó Wurz.